sábado, 22 de enero de 2011

El relieve de la península ibérica.

Veros esta presentación sobre las distintas unidades del relieve español. Veréis muy claramente las cadenas montañosas que dividen a la Meseta; los arcos montañosos que la rodean; las cadenas montañosas periféricas o exteriores; y las dos grandes depresiones o valles fluviales.

viernes, 21 de enero de 2011

Binomios fantásticos.

EL PARAGUAS SOBRE LA SILLA.


Había una vez un paraguas que siempre se subía encima de una silla. A la silla, al principio, no le molestaba, pero pasaba el tiempo, y mientras más vieja se hacía más débil estaba. Así que le dijo un día al paraguas:
-¿Por qué no te subes en otra silla más joven y fuerte? Yo ya soy vieja y me molesta que estés todo el día encima mía.
-Porque quiero que seamos amigas.
-Pero... ¿Por qué no me lo has dicho?
-Porque me daba un poco de vergüenza.
-Pues..., ¡seamos amigas!
Y desde ese momento la silla y el paraguas fueron los mejores amigos.
(María Grau).


 
El paraguas contra la silla.

Esto era un día de verano caluroso. Juan venía del colegio y entró en su casa. Siempre había un paragüero, pero como era verano y no llovía no se utilizaban los paraguas. Comió, cogió una silla y se fue a su piscina. Un paraguas que había en el paragüero peleaba con la silla que siempre utilizaba Juan, decía:
-¡A ti siempre te utilizan y a mi sólo en invierno, si llueve !
-¡Ja, ja, ja, ja! ¡A ti nunca te utilizan y a mi sí!.- se reía la silla del paraguas.
    El paraguas lloraba y lloraba. Hasta que un día la silla se sintió compadecida y le dio una buena idea al paraguas:
    -Tengo una buena idea: tu puedes servir de sombrilla para que no le de el sol a Juan. Te subes a mi espalda y te utilizan en verano también igual que a mi.
    -Es una buena idea. Vale, me subo a tu espalda.
A Juan le encantó la idea y utilizó al paraguas como sombrilla. Fuero amigos para siempre.
(José Manuel Sosa).

sábado, 15 de enero de 2011

Poleas y poleás.


Las poleas, como hemos visto en el tema 7 de Conocimiento del Medio, son máquinas simples mediante la cual aplicando una fuerza descendente se consigue una fuerza ascendente. La polea simple fija produce una ventaja mecánica: la fuerza necesaria para levantar la carga es justamente la mitad de la fuerza que habría sido requerida para levantar la carga sin la polea. Es muy sencilla, pero muy eficaz: una rueda con una hendidura pulida por la que pasa una cuerda que gira sobre un eje.




Sin embargo, si la a lleva tilde se convierte en poleá, un plato tradicional muy antiguo y contundente en calorías cuya receta recogida por Paula Chacón. Su abuela le dijo que se elaboraba así:

Una poleá es un pastelito que antiguamente lo comían como una comida y ahora lo suelen poner en algunos restaurantes de postre y se prepara así:
  • Se fríe pan en un poco de aceite y se reserva.
  • En un poco de ese aceite se añade leche, una ramita de canela, la corteza de limón, y matalauga. Antes de que hierva se pasa por un colador para retirar los granos de matalauga.
  • Luego se añade azúcar y harina y se da vueltas para que se espese, no mucho.
  • Cuando está terminado se le añaden los trozos de pan frito.
    ¡Y listo para tomar!”
Por mi parte aporto las cantidades:
  • 5 cucharadas de azúcar.
  • 4 cucharadas de harina.
  • 3/4 litro de leche.

La hoja tras la hormiga.


BINOMIOS FANTÁSTICOS.

La hoja tras la hormiga.
(José Antonio de los Santos Jiménez)

Érase una vez una hoja que siempre perseguía a una hormiga. La perseguía día y noche. La hormiga se escondía en árboles, piedras...
Ya era de noche, la hormiga se iba a refugiar en una granja y justo cuando entró, vio un montón de hojas y salió de allí como hubiera visto un monstruo. Entonces se tuvo que aguantar en el suelo, tenía mucho frío. A la mañana siguiente, cuando se despertaba, vio a la hoja de su cuerpo y en vez de salir corriendo le dio un gran abrazo y a partir de ahí se hicieron amigas para siempre.